Dra. Rita Maritza Materán Soto
marimateran@gmail.com
La Investigación Científica
La investigación
científica es un proceso de ejercicio del pensamiento humano que implica la
descripción de la realidad que es objeto de estudio, describirlo, dar
detalles de los caracteres que lo componen, es la explicación de las
causas que determinan las particularidades de su desarrollo, la aproximación
predictiva del desenvolvimiento de los fenómenos estudiados, la valoración de
las implicaciones ontológicas de los mismos, así como la justificación o no de
su análisis.
Es por tanto un acto creativo y constructor
de una nueva realidad que anteriormente no tenía existencia propiamente dicha,
al menos en la forma en que emerge de las manos de su creador, es decir, el
investigador. Por tal motivo para emprender la labor investigativa se presupone
partir de determinadas premisas filosóficas y epistemológicas que faciliten la
justa comprensión de la tarea que se ejecuta con todos sus riesgos,
potencialidades, obstáculos, méritos, logros,
entre otros.
El
término castellano investigación se deriva del latín in-vestigium, que quiere decir “buscar la huella” o sea lo que
queda cuando algo ha sucedido y se puede reproducir a partir del conocimiento
de dichos vestigios.
La acción de investigar presupone
buscar las huellas y lógicamente esa búsqueda,
no significa que se realice
en el mismo orden cronológico que se produjo el
fenómeno que es objeto de análisis. Ese proceso implica dar una vuelta o rodeo
para llegar al objetivo deseado, es decir, no es una vía directa, rápida,
inmediata, expedita. Por el contrario la acción investigativa regularmente es
un procedimiento de esfuerzo y dedicación, pero ante todo, de motivación y entusiasmo
por conocer lo desconocido y por incorporar un nuevo conocimiento en la
realidad explorada.
Cuando el hombre asume su verdadera
intención de apropiarse de la realidad por medio del conocimiento, con el
objetivo de construir una realidad superior más humana, más manejable por él, desalineada
de factores que atenten contra su intención humanista, se percata
inmediatamente que necesita de un método apropiado
para lograr sus objetivos.
Por esta razón la elaboración de
métodos adecuados de conocimiento de la realidad, ha sido siempre y será un
factor esencial para la investigación
científica, pues el rigor que debe tener el estudio para ser válido y confiable
esta sujeto al método que se utilice, a la elección idónea de éste, según la
realidad que lo condiciona y le requiere. El método implica el camino a seguir,
es la manera en hacer el recorrido , los procesos a desarrollar y las técnicas
e instrumento a emplear, los cuales deben guardar entre si correspondencia y
coherencia con la realidad en estudio.
Los pasos trascendentales que ha dado la humanidad en su
desarrollo han estado siempre condicionados de un modo u otro por los avances
de la investigación científica. La mayor parte de los investigadores en un
momento de su trabajo hacen un alto para reflexionar sobre los métodos
empleados para el logro de sus resultados y así poder transmitir a las nuevas
generaciones las experiencias necesarias para la consecución de nuevos
resultados superiores.
El hombre no sería hoy lo que es, si
no hubiese emprendido desde temprano esa misión que le ha posibilitado la labor
investigadora en sus diferentes formas y para ello contó con diferentes vías
educativas que le posibilitaron, inicialmente desde la familia y la comunidad
hasta posteriormente la escuela, las universidades y otras instituciones.
Son muchas las definiciones y
concepciones que han surgido en torno a la investigación científica como acto mediante
el cual se logran los nuevos conocimientos científicos y por ende se hace
ciencia, resulta oportuno analizar algunos de ellos, con el propósito de
interpretar y reflexionar los acentos que los estudiosos le
atribuyen a este proceso.
Según Hugo Cerda la investigación
científica es una actividad encaminada a la solución de problemas, que se
define por el uso de un método científico, un procedimiento sistemático
destinado a adquirir nuevos conocimiento.
Adolfo Critto afirma: que la
investigación científica “constituye un proceso de ajuste sistemático entre la
realidad y el conocimiento o representación de ella”3, mientras que para Claire Selltiz,
“el objetivo de la investigación científica es descubrir respuestas a
determinadas interrogantes a través de la aplicación de procedimientos
científicos. Estos procedimientos han sido desarrollados con el objeto de
aumentar el grado de certeza de que la información reunida será de interés para
el interrogante que se estudia y que, además, reúne las condiciones de
fiabilidad y objetividad”.
Para Ezequiel Ander-Egg, una
investigación científica “-ante todo, es una forma de plantear problemas y
buscar soluciones mediante una indagación o búsqueda que tiene un interés
teorético o una preocupación práctica. - De una manera muy general, se llama
también investigación científica, a la adquisición de conocimientos acerca de
un aspecto de la realidad (situación-problema) con el fin de actuar sobre ella.
Es una exploración sistemática a partir de un marco teórico en el que se
encajan los problemas o las hipótesis como encuadre referencial. Requiere una
formulación precisa del problema que se quiere investigar y de un diseño
metodológico en el que se expresen los procedimientos para buscar la o las
respuestas implicadas en la formulación del problema. La investigación
científica exige comprobación y verificación del hecho o fenómeno que se
estudia mediante la confrontación empírica. Ella trasciende las situaciones o
casos particulares para hacer inferencias de validez general y utiliza una
serie de instrumentos metodológicos que son relevantes para obtener y comprobar
los datos considerados pertinentes a los objetivos de la investigación. Por
último, la investigación se registra y expresa en un informe, documento o estudio”.
Como se ha podido constatar en la
mayoría de las definiciones se expresa de algún modo la correlación entre un
plano objetivo y uno subjetivo, La
realidad (problema), la acción sobre ésta mediante un método en correspondencia, adecuación al nuevo
conocimiento.
Igualmente se puede apreciar ante
estas concepciones sobre la investigación científica, las diversas perspectivas
epistemológicas que guardan alguna relación mediada por la posición que se
asuma en el plano ontológico, dado que el investigador posee una visión del mundo real que se correlaciona
en si, entre el ser y el pensar, entre lo objetivo y lo subjetivo, entre lo
material y lo espiritual. Esto no significa en modo alguno que una determinada
postura ante dichos elementos correlativos, ya presuponga automáticamente una
actitud epistemológica determinada, pero también es cierto que no se puede
considerar como absolutamente indiferente la concepción ontológico-gnoseológica
de un investigador en relación con su actitud ante los resultados y
posibilidades de la ciencia.
Razones que motivan una investigación
Si no se conocen las razones básicas
que motivan una investigación y que justifican que no sea estéril la inversión
de tiempo y recursos para ello, y si no se conoce cuál es la razón social,
cultural, científica, etc., que justifican la ejecución de un proyecto
investigativo, no es recomendable asumir la investigación en cuestión hasta
tanto no se encuentren bien esclarecidas tales interrogantes. Una vez precisado
este asunto, entonces se puede pasar a la formulación de otras interrogantes
propias de todo proyecto investigativo. Se debe saber al menos hacia dónde
dirigirse, lo que no se sabe es ¿cómo?, pero si deben estar bien claras las
preguntas ¿por qué? , ¿para qué? ¿a quienes?
Toda investigación científica es un
procedimiento que se ejecuta siguiendo determinados métodos, con el objetivo de
conocer y apropiarse de una porción de la realidad de forma ordenada,
sistemática, controlada y de ese modo descubrir sus particularidades,
estructura y funciones de sus partes, comportamientos, regularidades y tendencias
en su desarrollo, leyes a las que está sometida, con la intención de
transformarla en provecho de algún sujeto social, que puede ser desde una
institución, una comunidad, un grupo social, partido, pueblo, nación hasta la
humanidad en su conjunto.
Una investigación científica debe
constituirse en un acontecimiento cultural y dado que la cultura no es
equivalente a toda la producción social del ser humano, sino sólo aquella con
determinada dimensión axiológica de signo positivo, es decir, constructora y estimuladora
de valores en lugar de antivalores, por tanto la investigación debe contribuir
a ese enriquecimiento en el proceso de humanización del ser humano frente a las
fuerzas que lo enajenan.
Es conocido que no siempre sucede así
y en ocasiones las investigaciones científicas, lejos de contribuir al
enriquecimiento de la condición humana, atentan contra ella y sirven para
implantar nuevas modalidades de enajenación ante la naturaleza, la técnica, las
instituciones políticas, sociales, etc.
La investigación científica es un acto
de compromiso social y no un hecho indiferente en el plano ético, ideológico,
educativo, etc. Implica asumir una responsabilidad no sólo individual, sino de
mayor alcance, pues el investigar jamás está aislado y siempre mantiene
determinadas relaciones de interdependencia con el medio social en que
desenvuelve su actividad.
Del mismo modo que no existe una
investigación científica al margen de sus implicaciones sociales, culturales,
etc., tampoco se puede considerar a los investigadores de cubriese de la neutralidad axiológica, es su ética y
actitud los marcos que van a delimitar su labor investigativa.
El investigador científico en
cualquier disciplina y en especial en las ciencias sociales está obligado a
cultivar debidamente la duda, de manera tal que ella se constituya en un
instrumento de búsqueda apropiado para la aproximación a la verdad. La
construcción de dudas en la ciencia puede incluso ser de forma fingida o aparente, pues detrás de la misma
descansa la certeza no siempre verificada del investigador, que pone a prueba
sus verdades constantemente y las somete a la crítica consideración del mundo
de las opiniones.
El investigador no puede
desconocer las corrientes filosóficas, epistemológicas, ideológicas, etc. en las
cuales se ha movido su pensamiento y particularmente el científico, sobre todo
en la modernidad en la que se ha gestado
su obra. Tan poco deberá ser indiferente ante circunstancia especificas del
mundo que le rodea, en el que vive.
La vehemencia del investigador
científico debe ser suficientemente fundada como para creer en la validez de los métodos científicos. Tener suficiente
confianza para pensar que, aunque los
resultados de sus investigaciones no se puedan verificar de manera inmediata,
como usualmente ocurre en el terreno de las ciencia sociales , la validación o falsación de las hipótesis
debidamente formuladas, deberán aportar algún conocimiento a la humanidad.
La ciencia se construye enriqueciendo
los juicios establecidos o negándolos dialécticamente, es decir superándolos,
produciendo juicios más ricos, profundo; ante esto, la duda fundamentada del
investigador, siempre tendrá espacio en la acción investigativa.
El investigador científico en cualquier
disciplina y en especial en las ciencias sociales está obligado a cultivar
debidamente la duda, de manera tal que ella se constituya en un instrumento de
búsqueda apropiado para la aproximación a la verdad. La construcción de dudas
en la ciencia, puede incluso ser de forma
fingida o aparente, pues detrás de la misma descansa la certeza no
siempre verificada del investigador que pone a prueba sus verdades
constantemente y las somete a la crítica consideración del mundo de las opiniones.
El éxito de una investigación
científica depende de múltiples factores como la adecuada selección del área
problemática, la determinación del
objeto de estudio, la correcta formulación del problema, los objetivos y las
hipótesis, la determinación de los métodos más correctos de verificación, la
fuente documental y bibliográfica, etc,
Sin embargo y no menos importante que
los elementos anteriormente señalados, en la investigación científica; la motivación, el interés y el entusiasmo del
investigador, para dar aportes y saberes novedosos, que mejoren el medio social
donde subyace el problema que lo conmociona y compromete a validar nuevos los
nuevos conocimientos, son los ejes que mueven toda acción por la investigación
científica.
Bibliografía
Briones, G. La
investigación social y educativa. Convenio Andrés Bello. SECAB. Bogotá.
1992.
Bonilla, E. Más
allá del dilema de los métodos. La investigación en ciencias sociales.
Editorial. Norma. Bogota. 1999.
Bunge M. La Ciencia su método y su filosofía. Ediciones Siglo Veinte.
Buenos Aires .1978
Bunge, M. Teoría y realidad. Ariel. Barcelona. 1985.
Eco, H. ¿Cómo se
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Gortari, E. El método de las ciencias. Grijalbo.
Barcelona. 1988.
Habermas, J. Teoría y praxis. Estudios de filosofía social. Tecnos..
Madrid.
1990
Ugas, Gabriel. La articulación Método, Metodología y
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